Estás experimento la burla y el desprecio de tu familia o de tus amigos o compañeros de estudio o trabajo porque eres cristiano? Alégrate y gózate por ello. Eres de los bienaventurados que el mundo aborrece. ¿Eres amado y apreciado por tus familiares incrédulos, por tus amigos mundanos, por tus compañeros vendidos a la maldad y por el sistema del mundo? Entonces eres de los más desdichados del mundo, pues, o tu fe es falsa, o tu nivel de santidad es tan bajo que puedes pasar perfectamente por un mundano.

Amado hermano, ¿cómo está el crecimiento de tu amor por los hermanos en la fe? ¿Estás haciendo frente al desamor del mundo amando más a los hermanos? ¿Sabes que una clave para no amar al mundo ni las cosas que están en el mundo es crecer en el amor por aquellos que son instrumentos para nuestra santificación?

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